OGM

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martes, 26 de noviembre de 2013

Efectos a Mediano y Largo plazo

Los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) o transgénicos pueden producir efectos en la salud humana y animal y representan un potencial peligro a los países biodiversos. Particularmente delicada 1. Muertes registradas por GM. En 1989, docenas de americanos murieron y varios centenares fueron afectados y deteriorados por una versión genética alterada de un suplemento dietario – L-triptofan. Una indemnización de 2 mil millones de dólares fue pagada por Showa Denko, la tercera gran compañía química japonesa. (Mayeno y Gleich, 1994).
<!-2. Riesgos de muerte por reacciones alérgicas. En 1996, genes de nuez de Brasil fueron injertados en brotes de soja por la compañía Pioneer Hi-Bred. Algunas personas alérgicas a esta nuez sufrieron un shock anafiláctico (similar a la reacción severa a la picadura de abeja) que puede ser mortal. Ensayos con animales confirmaron el peligro y afortunadamente el producto fue sacado del mercado antes que ocurriera alguna fatalidad. “El próximo caso hubiera podido ser menos leve y el público menos afortunado”, escribio Marion Nestle, Jefa del Depto. de Nutrición de NYU en un editorial del New England Journal of Medicine. Cerca del 25 % de americanos ha tenido reacciones adversas a los alimentos, 8 % de niños y 2 % de adultos tiene alergia alimentaria y su inmunoglobina ha sido analizada.
<!-3. Cáncer y otras enfermedades degenerativas
<!-4. Cáncer directo y vínculos con enfermedades degenerativas. En 1994, la FDA aprobó la rBGH, una hormona de crecimiento genético de Monsanto, para inyectar en vacas lecheras –aun cuando algunos científicos advirtieron sobre el resultado creciente del IGF-1, una potente hormona química, vinculada con riesgos superiores a 400-500% de cáncer de mamas, próstata y colon. Según el Dr. Samuel Epstein de la University of Chicago, “induce trasformaciones malignas en las células epiteliales de los pechos”. Estudios con ratas confirmaron la sospecha y demostraron daños de órganos internos por ingestión de rBGH. De hecho, los propios experimentos del FDA indicaron un crecimiento de la masa del bazo de un 46 % -un signo de desarrollo de leucemia. El argumento fue que la hormona es destruída por pasteurización. Pero en la investigación efectuada por dos científicos de Monsanto, Ted Elasser y Brian McBride, sólo el 19 % de la hormona fue destruída a pesar de hervir la leche durante 30 minutos, cuando la pasteurización normal es de 30 segundos. Canadá, la Unión Europea, Australia y Nueva Zelanda han prohibido la hormona rBGH. El Código Alimentario UN, un standard de salud internacional del ambiente humano, rehuso certificar rBGH como seguro. No obstante, Monsanto continuó vendiendo este producto en los EEUU. Parte de la razón puede deberse a que la política del FDA fue iniciada por Margaret Miller, Directora Delegada del Servicio de Consulta en Salud Humana y de otros organismos… y antigua supervisora de Monsanto. Ella abrió el camino a gran cantidad de agricultores a quienes se permitió tener antibióticos en la leche –y en un factor de 100 o 10.000 %. Michael Taylor, Esq. fue el asistente ejecutivo del director del FDA. Él bosquejó la Enmienda Delaney que redujo al mínimo los riesgos de cáncer y más tarde fue contratado como consejero legal en Monsanto, y posteriormente volvió a ser Comisionado de Política en el FDA. Varios otros productos GM aprobados implican herbicidas comúnmente conocidos como cancerígenos - bromoxynil usado en el algodón transgénico y el Roundup de Monsanto o glufonsinato usado en sojas GM, grano y canola. Además y según el investigador Sharyn Martin, un número de enfermedades autoinmunes se ven acrecentadas por los fragmentos de ADN extraños que no son totalmente digeridos en el estómago humano e intestinos. Los fragmentos de ADN son absorbidos en la corriente sanguínea y potencialmente mezclados con el ADN normal. Las consecuencias genéticas son imprevisibles y se han hallado inesperados fragmees su siembra en un país de origen, ya que México domesticó al maíz y el frijol, cuyas plantas se han convertido en alimento mundial. Debe proteger preventivamente su patrimonio natural ante cualquier riesgo. En cuanto a aspectos sociales, los procesos de monopolización llevan hacia una concentración de actividades agroempresariales en manos de pocas empresas transnacionales, destruyendo la economía campesina y los mercados regionales, creando dependencia tecnológica y por ende, lejos de garantizar la seguridad alimentaria en el ámbito mundial, encarecen los alimentos básicos. México, con graves problemas de pobreza y deterioro ambiental, pero siendo uno de los países megabiodiversos, tiene que aplicar principios precautorios que superen la imperante pobreza, mejoren la equidad a favor de la calidad de vida de todos, protejan la biodiversidad y cuiden la salud humana ante potenciales riesgos a largo plazo. Sólo un enfoque bioético puede impedir un deterioro aún mayor de la calidad de vida, de la salud y del entorno.
Los riesgos sanitarios a largo plazo de los transgénicos presentes en nuestra alimentación o en la de los animales cuyos productos consumimos no han sido evaluados seriamente y su alcance sigue siendo desconocido. Nuevas alergias, y aparición de nuevos tóxicos son algunos de los riesgos que corremos al consumirlos.
Una vez liberados al medio ambiente los transgénicos no se pueden controlar. La contaminación genética pone en peligro variedades y especies cultivadas tradicionalmente, y es irreversible e impredecible, no se puede volver a la situación de partida.
Las variedades transgénicas pueden contaminar genéticamente a otras variedades de la misma especie o a especies silvestres emparentadas. Por ejemplo, en México, el centro de diversidad y origen mundial del maíz, los maíces transgénicos importados de Estados Unidos están contaminando las variedades tradicionales.
El aumento del uso de productos químicos elimina o afectan gravemente a la flora y a la fauna. Con las plantas tolerantes a herbicidas, el agricultor debe usar cada vez más cantidad de agrotóxicos para acabar con las llamadas "malas hierbas". Hoy por hoy existen datos que demuestran que, debido a esto, se están utilizando muchos más pesticidas en los cultivos transgénicos que en los convencionales. Con esto, la presencia de glifosato (el herbicida asociado a la soja transgénica RR de Monsanto) en el suelo, en las aguas y en los alimentos es cada vez mayor.
. Aparición de nuevas alergias por introducción de nuevas proteínas en los alimentos. En EEUU, en el conocido caso del Maíz Starlink (2000) se encontraron en la cadena alimentaria trazas de un maíz transgénico no autorizado para consumo humano que provocó graves problemas de reacciones alérgicas.
2. Aparición de resistencias a antibióticos en bacterias patógenas para el hombre (en algunos OMG se utilizan genes antibióticos como marcadores). Es decir, algunos transgénicos pueden transferir a las bacterias la resistencia a determinados antibióticos que se utilizan para luchar contra enfermedades tanto humanas como animales (por ejemplo, a la amoxicilina). La Asociación de Médicos Británica ha recomendado prohibir el uso de estos genes marcadores.
3. Aparición de nuevos tóxicos en los alimentos (debido a los cultivos Bt o a las proteínas que se utilizan como marcadores en los OMG).
4. Incremento de la contaminación en los alimentos por un mayor uso de productos químicos en la agricultura

5. Disminución en la capacidad de fertilidad. Según un estudio hecho público por el gobierno austriaco, la fertilidad de los ratones alimentados con maíz modificado genética-mente se vio seriamente dañada, con una descendencia menor que los ratones alimentados con maíz convencional.

Luis Contreras Flota

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